Raphael Warda es el chef alemán que, después de sus años de formación y varios viajes por todo el mundo en busca de inspiración, decide abrir su propio restaurante en un moderno barrio de Barcelona: Pau Claris 190, de alta gama, informal y acogedor.
Su cocina está basada en los recuerdos: su madre le preparaba recetas exóticas de la India y su abuela le regaló deliciosos postres alemanes, algo que se refleja en sus propuestas actuales. Aunque su formación se basaba en la cocina francesa (guiado por su mentor), empezó a usar productos locales en sus platos, de la misma forma que introduce la filosofía japonesa que respeta los productos frescos y el tratamiento de los vegetales.
De esta forma, la cocina de Pau Claris 190 tiene un estilo mediterráneo con influencias francesas, enfocándose en el uso de ingredientes frescos con ese toque exótico aprendido de sus familiares.
Junto a su mujer Lizbeth, ofrecen un servicio muy personal. Les gusta presentarse ante los clientes y asegurarse de que se sienten bienvenidos y como en casa, ofreciendo un trato único que hace que los comensales se sientan cómodos e importantes.
“Cocina de autor, sabores mediterráneos y servicio personal”
Además, a excepción de las salsas, cocina toda la comida solo una vez que el huésped la ha ordenado para que el producto final sea siempre fresco y recién hecho. El objetivo de esto es asegurar que cada visitante obtenga la comida más saludable y los sabores más sabrosos posibles, ofreciéndoles una experiencia gastronómica memorable.
Como no hay nada precocinado en el restaurante, es posible satisfacer todas las solicitudes personales de los clientes. Por ejemplo, si un visitante tiene alergias o intolerancias, pueden tenerlo en cuenta en la preparación de su comida. Incluso se encargan de elaborar su propio pan, con y sin gluten, preocupándose de que todo sea correcto para que los comensales puedan estar tranquilos y disfrutar de la experiencia sin preocuparse de nada.
Todo esto lo sitúa como una de las experiencias gastronómicas más selectas de Barcelona, apareciendo en la revista Global 100 como Best Fine Dining Restaurant 2019.
